Se llama nahuatlismo a las palabras de la lengua náhuatl que se han incorporado a otras lenguas —como el castellano o español— mediante el préstamo lingüístico para su uso en la vida cotidiana. Muchos nahuatlismos denominan a plantas, animales y alimentos originarios de México y Centroamérica que carecían de una palabra en español para referirse a ellos.
Aquí te presentamos algunos ejemplos.
Guacamole. Esta palabra es una castellanización de la palabra náhuatl ahuacamolli, que literalmente quiere decir ‘salsa de aguacate’, y está compuesta por ahuacátl, ‘aguacate’, y molli, ‘salsa’.
Guaje. Proviene de la transformación al castellano de la palabra huaxin, que es un tipo de calabaza que se seca y deja hueca para transportar agua. A nivel coloquial también se usa en México para referirse a alguien tonto.
¡Guácala! Aunque algunas fuentes ubican su origen etimológico en el quechua, es más probable que provenga de la palabra náhuatl huacalli, que es un recipiente donde se guacalea, o sea, se vomita. En la actualidad se usa como interjección que denota asco.
Guajolote. Deriva del náhuatl huexólotl, que significa literalmente ‘gran monstruo’; la palabra está compuesta por los vocablos hue, ‘grande’, y xólotl, ‘monstruo’. Otra versión es que la palabra proviene de hua, relativo al monte o la selva, y xólotl, entendido como payaso o bufón, es decir, ‘payaso de la selva’ debido a su aspecto que puede encontrarse gracioso.
Guamúchil. Proviene de la palabra cuauh-móchitl, cuyo primer elemento viene de cuauhtli, ‘árbol’, y el segundo, móchit, designa a una especie de mezquite o huizache. Su fruto son vainas delgadas de hasta 20 cm de largo por 10 a 15 mm de ancho, rojizas o rosadas, con semillas en su interior. También designa a un poblado en el estado de Sinaloa.
Guasontle o huauzontle. Viene de huatzontli, que quiere decir ‘bledo como cabello’; huauhtli, ‘bledo’ y tzontli, ‘cabello’. Es una planta de hojas alternas, triangulares, onduladas. Sus flores se reúnen en espigas de color verdoso. En periodos cortos, la planta soporta temperaturas por debajo del grado de congelación. Se utiliza mucho en la cocina mexicana, en tortitas, o capeada en caldillo rojo.