Quantcast
Channel: lengua – Algarabía
Viewing all 164 articles
Browse latest View live

Expresiones con palabras olvidadas

$
0
0

Muchas expresiones que se usan desde hace tiempo, y que todos entendemos, incluyen una o más palabras cuyo significado hemos olvidado porque están ocultas en los arcanos de un lenguaje que, al usarse, va cambiando.

Un primer ejemplo lo tenemos en la expresión «estar del cocol». Para los mexicanos, el nahuatlismo cocol —de cocolli, ‘tamal de maíz y frijol amasado con miel’— es un rombo, o más específicamente un panecillo que tiene forma de rombo, cubierto de ajonjolí y con sabor a anís, pero además, el drae señala que la frase «irle a alguien del cocol» se trata de una expresión coloquial mexicana que significa «irle a alguien muy mal» y, por su parte, el Diccionario de Mejicanismos de Santa María registra la expresión «quedar del cocol» como un vulgarismo que significa «quedar mal o indecorosamente» en una actividad o empresa.

Otra frase que casi podría ser un refrán y que cada vez se usa menos es «decirlo de chía pero ser de horchata», y significa «tú lo dirás de broma, pero es verdad». La expresión hace alusión a las aguas frescas típicas mexicanas. La de chía —del náhuatl chia o chian— es un agua de limón con semillitas de chía —una planta parecida a la salvia— que remojadas en agua sueltan una especie de baba y son muy refrescantes. La de horchata —del latín hordeata ‘hecha de cebada’, quizá por conducto mozárabe—es de origen español, y generalmente se hace con granos de arroz machacados, exprimidos y mezclados con agua y azúcar. Una es más clara y menos consistente, la otra es más blanca y espesa —por ello la analogía.

Otra frase muy mexicana es «chupar faros», que significa «morirse, perecer, petatearse». Esta expresión alude a la marca de cigarros Faros, quizá porque son los cigarros tradicionalmente más económicos y, por lo tanto, está más cerca de morirse el que los fuma que el que fuma otra cosa. Viene de ahí también la frase «¡Ay, farito, ni que fueras luquistray!», debido al contraste de los Faritos con los Lucky Strike, unos cigarrillos estadounidenses que, por ser importados y caros, eran símbolo de gente rica y pudiente.

No es raro que, antes de chupar faros, uno «comience a chochear». Expresiones como «¡Ése ya está chocheando!» o «¡Ya empezó con sus chocheces!» utilizan derivaciones de chocho, voz onomatopéyica que alude a alguien que tiene debilitadas las facultades mentales por efecto de la edad, pero chochea también aquel que está tan enamorado o lelo que, de puro cariño, empieza a conducirse como el que chochea.
La expresión «en un santiamén» quiere decir «en un instante, en un dos por tres, súbitamente», y viene de la costumbre de persignarse, rezar o bendecir pronunciando las palabras latinas Spiritus Sancti, amen —o sea, el final de: «En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén», que generalmente se dice en vilo, rápido y, como dice mi amigo Eduardo, «como queriendo acabar ya»—.

«De oquis» es una expresión que se refiere a hacer algo de balde o inútilmente. Oquis viene del árabe haqq que significa «retribución o propina». Durante la ocupación mora en España al término se le añadió la preposición de y se convirtió en «de oque», y así llegó a México durante la conquista, hasta que se «naturalizó» y se convirtió en «de oquis». El Diccionario de Santa María menciona dos obras —ambas de 1939— donde se alude a la expresión «de oquis» como «de gratis, gratuitamente, sin resultado, sin provecho», y pone como ejemplo: «El dos me resulta guango, no di oquis es número uno el batallón de Durango», como parte de la lírica del corrido popular «El gavilán», según texto de Francisco Castillo Nájera.

Para referirnos a alguien flaco, desgarbado, como colgado, podemos decir que está o es ñango. Originalmente, la palabra ñanga se refería a la carne que tenía cartílagos o nervios, ésa que es toda pellejuda, y quizá por extensión, comenzó a utilizarse para designar personas. El drae refiere la expresión como un mexicanismo que designa a alguien «desmedrado, enclenque». Por su parte, Santamaría dice que: «En Michoacán vale como ñengo en Tabasco, flaco, débil, enclenque, desmedrado. En Cuba dicen ñangado, muy usado en la región para designar a un individuo flaco, desforzado».

Es probable que si alguien está muy ñango también tenga «piernitas de chichicuilote», es decir, que tenga piernas flacas como de pájaro. Y no cualquier pájaro, los chichicuilotes —del náhuatl tzitzicuilotl o atzizicuilotl— son unas aves pequeñas de color gris, pico largo y delgado, y piernitas de hilo.
Pero si le dices a alguien que está ñango y tiene piernitas de chichicuilote corres el riesgo de que «se arme la de San Quintín», es decir, algo muy importante y grande, un gran revuelo, una gran trifulca. Esta antigua expresión alude a la Batalla de San Quintín, que ocurrió cuando, tras haber sido invadido en 1556 el reino de Nápoles por las tropas francesas, Felipe II ordenó a las tropas españolas que se encontraban en los Países Bajos españoles invadir Francia. Las tropas españolas invadieron San Quintín, que se rindió a los 17 días de asedio. Como consecuencia —la más señalada— del triunfo, el soberano español dio la orden de construir el monasterio de El Escorial en las afueras de Madrid.

Si no se te arma la de San Quintín, quizá te toque que te «den una tunda». «Dar una tunda» es una expresión muy usada por las mamás, que implica un castigo físico. Quizá algunos hemos olvidado el significado de tunda, un sustantivo que viene del verbo tundir, del latín tundere, y que significa «castigar con golpes, palos o azotes». Una tunda es la acción y efecto de tundir, y el lector es libre de imaginar lo que eso conlleva.

Una estrategia para evitar que te den una tunda es «hacerte guaje», es decir «hacerte el bobo, el desentendido». La palabra guaje viene del náhuatl hoatzin o hoaxin y designa a los frutos cuya cáscara sirve para hacer vasijas y flotadores —por ahí otro dicho: «no necesito guajes para nadar»—. Al estar vacíos, por extensión, los guajes se asemejan a alguien hueco, bobo o tonto.

Hasta aquí, lector, las expresiones que nos han llegado a la mente o cuyo significado nos han preguntado. Si usted tiene otras cuyo origen conoce o, al revés, desea conocer, por favor no se haga guaje y háganoslas llegar.


The post Expresiones con palabras olvidadas appeared first on Algarabía.


La superpoderosa X

$
0
0

Acompaña a Arturo Gallegos García y a Bricia Martines en un análisis sociohistórico de esta maravillosa letra representativa de la cultura mexicana, es una herencia de las comunidades prehispánicas que forma parte del nombre de nuestro país y se encuentra en el habla de todo el territorio, eso sí, con tres diferentes sonidos.

La letra «x» mexicana, especialmente la que encontramos en palabras como xoconostle o xiote tienen una pronunciación particular que no se representa con esta letra en ningún otra lengua, una muestra de nuestro mestizaje.

Escucha en Algarabía Radio: Mezcal

The post La superpoderosa X appeared first on Algarabía.

Los acentos londinenses

$
0
0

En los más de 20 años en los que he trabajado como teacher, cuántas veces no habré escuchado eso de que «el acento británico, como es el original y el más puro, es el mejor». Muchas, en realidad. Al profundizar en ello, empiezan a surgir incongruencias y el argumento acaba haciendo agua por todos lados. ¿Cómo es que «el acento británico» podría ser el mejor? Es más, ¿realmente existe el acento británico?

Para entender mejor la primera pregunta, pongamos como ejemplo al español: si la lengua que hablaba Cervantes guarda diferencias importantes con la de Borges, aunque ambas reciban el mismo nombre, ¿cómo, entonces, podemos comparar dos o más variedades dialectales del mismo idioma? En otras palabras, ¿quién podría comparar las olas de un mar con las de otro y decir que son más puras o mejores?

Por otra parte, hablar de «el acento británico» es como hablar de una entidad monolítica; tanto como si se afirmara que el acento mexicano es «menos inteligible» o «más bonito» que otro. ¿cuál acento sería ese «acento mexicano»? ¿El de la ciudad de México, Monterrey, Veracruz, Jalisco o el de Guanajuato? Elegir uno implicaría prescindir de los demás.

Además, ¿existe, por ejemplo, el acento de la Ciudad de México? ¿Hablan igual los jóvenes chilangos que los viejos, los albañiles que los docentes del Colegio de México, los tepiteños que los «condechis», los iztapalapecos que los coyoacanenses? Por ese camino llegaríamos a ser como el profesor Higgins de Mi bella dama (1964), quien aseguraba poder distinguir cualquier acento londinense, calle por calle.

¿Cuál de todos?

Por ello, en cuanto al acento británico, es pertinente preguntar: ¿cuál de todos? En un divertido y didáctico artículo, Tom Cutler alecciona a sus compatriotas a seguir el ejemplo de la reina Isabel II, ya que —a decir de algún periodista— «‘er maj. don’t talk so posh no more»2 ; algo así como «su majestad ya no habla tan fresa». Este ejemplo ilustra un fenómeno lingüístico que probablemente no es exclusivo de las islas británicas: la gente «bien» que trata de sonar como el común de la población.

Cutler atribuye esa creciente confusión de acentos a las telenovelas y series estadounidenses y australianas, o a lo cosmopolita de sus ciudades. O quizá, simplemente, los fresas no quieren ser considerados fresas y los nacos no quieren sonar nacos, y todos acaban sonando parecido. Cualquiera que sean las razones, rescatamos a continuación las características de los distintos acentos en Londres. Suponiendo que usted fuera un angloparlante que se encuentra en la capital inglesa, le aconsejaríamos considerar las siguientes recomendaciones:

💂🏻‍♀️ Si desea que su acento suene más refinado, debe tomar en cuenta que sólo los acentos de la parte oriental de la Gran Bretaña —Liverpool, Northumbria, Irlanda del Norte y partes de Escocia— tienen una r vibrante, no demasiado distinta a la de la palabra carro en español, así que no es necesario practicar ese sonido a menos que quieran sonar como Noël Coward.

💂🏻‍♀️ Los acentos de clase alta se fundamentan en una gramática convencional a la vez que requieren gran cuidado al articular para no fusionar sonidos. Por ejemplo, Prime Minister debe sonar /Praim minista/ y no /Praiminsta/, o What is that? que debe sonar /uot iz dat/ y no /uazzat/. Una equivalencia en español sería pronunciar /psesque…/ en vez de /pues es que…/.

💂🏻‍♀️ En algunas regiones se añade una sílaba a ciertas combinaciones de vocales. Por ejemplo, en galés road no suena /roud/ sino /rou ued/; esto se debe evitar bajo el riesgo de sonar algo vulgar. Para darse una idea de lo que ocurre con ese sonido adicional, piense en la s final en los verbos conjugados en segunda persona del singular: ¿Qué dijistes?… Hiere el oído de muchos, ¿verdad?

💂🏻‍♀️ El sonido consonante oclusivo glotal —suena como «si tuvieran hipo»—, usado de manera indiscriminada, es una característica básica del acento cockney, equivalente al tepiteño capitalino. Se debe evitar, en especial en esas cenas con más de tres juegos de cuchillo y tenedor en la mesa. En español, es el sonido aspirado entre las palabras oh oh. En inglés, este sonido consiste en la falta de pronunciación de la t, la p y la k cuando se encuentra entre vocales: bottle of water suena /bo’o o’ua’a/.

💂🏻‍♀️ También se debe evitar la creciente tendencia en inglés británico a usar una entonación ascendente al final de las oraciones, con lo cual la frase «It’s my birthday» suena como si el que lo dijo estuviera sorprendido de ese hecho «It’s my birthday?!». Esa entonación se parece sospechosamente al «cantadito» chilango —da da dá, da da dá— y es probable que tenga influencia estadounidense, lo que es peor.

💂🏻‍♀️ Finalmente se recomienda evitar la imitación de los acentos de las clases más altas, a menos de que no le importe que la gente se empiece a preguntar por su salud mental —esto es válido en cualquier lengua y dialecto—. Por otro lado, si se desea que los empleados de los hoteles más lujosos se pongan a sus órdenes de inmediato, el acento más recomendable es el county —que se verá a continuación—. Para todos los demás propósitos, el acento de la reina será suficiente.

Acentos Británicos Londinenses —en orden descendente—

Royal —de la realeza—. Un acento que sólo usa la reina y su familia cercana. Ni lo intente: esos aires de grandeza nadie los va a creer.

Old School Posh —fresa de la vieja escuela—. Un acento inclasificable lleno de pausas y la rara costumbre de sobredeletrear palabras largas —parliament suena /parl-in-a-ment-a/ en vez de /par-la-mnt/— además del penoso ejercicio de enfatizar consonantes que normalmente son suaves —tissue es /tis siu/ en vez de /tishu/—. El autor Kingsley Amis decía que el pañuelo desechable sirve muy bien para detectar a los chaqueteros. Sin comentarios.

County —del condado—. En los condados viven los condes, es decir, la realeza. Parece que hubieran nacido con una cuchara de plata en la boca… mezclado con canicas.

Sloane. Llamado así por el privilegiado barrio londinense Sloane Square. Cutler lo define como «cristal cortado con algo de jerga urbana, una ocasional cervecita y algo de influencia culposa del acento del estuario». Sólo para locales del área.

Queen’s English —inglés de la reina—. Como el que hablan Keira Knightley o Hugh Grant. Es el más famoso, conocido también como RP —Received Pronunciation— o inglés de la BBC.

London Educated —londinense educado—. Una combinación de inglés de la reina con un sabor urbano y algunos elementos del acento del estuario —ver más adelante—. A veces se le escapan algunas oclusivas glotales, pero no demasiadas. Es generalmente aceptado en cualquier ocasión.

Cockney. Acento vernáculo con extraordinaria riqueza y caló rimado. Las ies no suenan /ai/ sino /oi/, así que palabras como right no suenan /rait/ sino /roi’/. Uso muy frecuente de las consonantes glotales oclusivas y también su gramática tiene sus peculiaridades. No imitar a riesgo de parecer tepiteños de telenovela mexicana.

Estuary —del estuario—. Un acento reciente, mitad cockney, mitad «habla de electricista» que se ha popularizado en el sudeste de Inglaterra, hasta llegar a zonas aledañas a Londres, en boca de jóvenes presentadores de radio y televisión. Se caracteriza por aspectos fonéticos como que water suena /guau’a/ en vez de /ua-ta/, y Tuesday no suena /tius- dey/ sino /cous-dey/, o sand dunes, que normalmente suena /sandiunz/, en este acento suena /san shuns/. Otro acento que es mejor evitar.

Por último, si todo esto les parece intrascendente, deben recordar a Madame de Gaulle quien, en una cena en que se celebraba el retiro de su esposo Charles, al preguntarle su anfitrión inglés qué es lo que esperaba con más ansia para los años venideros, con una amplia sonrisa anunció a los cuatro vientos: «/‘á pines/» —’un pene’—. Después de un sepulcral silencio, el General de Gaulle se acercó a su esposa y le murmuró al oído: «creo que en inglés lo pronuncian /jápines/ —happiness, ‘felicidad’.

The post Los acentos londinenses appeared first on Algarabía.

¿Qué significa «escribir bien»?

$
0
0

El error en el que generalmente se incurre cuando escribimos es querer «transcribir» como hablamos. Esto puede crear una serie de confusiones extrañas o cómicas, como «La perra de mi hermana Nicky», en lugar de «La perra de mi hermana, Nicky» para referirse a la mascota de su hermana y no a que su hermana es una tal por cual —a menos de que ésta sea la intención—. El lenguaje oral tiene sus propias condiciones de comunicación.

Uno puede hablar como se le antoje porque echa mano de muchos recursos que le permiten transmitir el mensaje; por ejemplo, los gestos, la entonación, el contexto, la relación que hay con la persona a la que nos dirigimos, etcétera. La base de todo esto se encuentra en que cuanto comuniquemos sea interpretado como deseamos.

Pero en la escritura necesitamos apoyarnos en las herramientas gramaticales,
 de acentuación y de redacción para que la comunicación sea efectiva. Estas herramientas son nuestros gestos, nuestra entonación, nuestro contexto: son el vehículo mediante el cual nos damos a entender cuando escribimos.

Mira: 10 tips para hablar y escribir mejor

Escribir bien no es exclusivo de literatos, no es un lujo de unos cuantos ni tampoco aprender a hacerlo correctamente es una tarea engorrosa y complicada. Sólo hay que empezar con algo básico: la escritura y el habla son dos lenguajes distintos y, como tales, cada uno tiene sus propias características y riquezas.

«Escribir bien»

Una de las ventajas de la lengua oral es que si tenemos
 algún error, podemos corregirlo inmediatamente. Pero en 
la escritura es distinto: un error puede costarnos desde una simple confusión o malentendido hasta millones de pesos —sin exagerar—. Por ejemplo, de una situación seria, una simple coma puede cambiar todo el sentido y hacer de ese momento algo cómico o incluso ofensivo para algunos.

En un periódico español, cuando se intentó dar la noticia de que Nelson Mandela había muerto, el encabezado decía: «Muere, Mandela». Esa coma cambia todo el sentido de la noticia. Escribir incorrectamente no sólo puede provocar malentendidos, sino que, al final de cuentas, no se consigue transmitir el mensaje. En lugar de decir que el expresidente de Sudáfrica falleció, la oración se vuelve imperativa, es decir, se pide que Mandela muera. Asimismo, demuestra cómo la ausencia o presencia de un solo signo de puntuación puede hacer una gran diferencia. En consecuencia, la comunicación resulta fallida y, como en el caso anterior, las repercusiones pueden ser graves.

Lee también: Manual para escribir bien

Pero, entonces, ¿qué significa «escribir bien»? ¿Es únicamente saber en dónde va una coma, un punto, un guión? ¿Es emplear correctamente los acentos; saber en dónde va una palabra, cuándo no va? ¿Estar consciente de que el significado de las palabras no es el mismo en todos los contextos? ¿O que detrás de quien escribe existen presuposiciones y expectativas que influyen en el modo en que se exprese un mensaje? Sí y no. Sí es importante saber al menos lo básico de todo esto y más reglas generales de la escritura porque permiten que escribamos mejor y que, por tanto, consigamos darnos a entender.

Habla vs escritura

No es lo mismo escribir que hablar, por necia que sea esta afirmación. Es imprescindible conocer todo esto porque hay que tener en cuenta que no es lo mismo transmitir una idea hablando que escribiendo. En la escritura —casi podríamos decir, obligatorio— se tienen que respetar ciertas «reglas», ya que es un lenguaje que requiere de esas herramientas para conseguir su objetivo final: comunicar mejor. Y no del todo, porque para escribir mejor siempre hay que tener en cuenta el uso real del español, una lengua —como todas— viva y en constante cambio.

No cabe duda que la mayoría de la gente tiene menos dificultad al transmitir sus mensajes cuando habla que cuando escribe, si no lo crees, checa los varios malentendidos que se dan a cada rato en las conversaciones del WhatsApp. Para evitar confusiones y facilitar tu expresión escrita, sigue leyendo acerca de esto en la edición 124 de Algarabía.

También te interesará conocer:

Ve y checa tu mail
¿Le has visto?
¿Quién inventó la Q?
¿Cuál es el acento diacrítico?

The post ¿Qué significa «escribir bien»? appeared first on Algarabía.

Los préstamos lingüísticos

$
0
0

En la ocasión anterior, hablamos acerca de los tipos de préstamos lingüísticos: el léxico y el gramatical. Esta vez, le he pedido a Rodrigo Velázquez Moreno, corrector de estilo de Algarabía, que profundice en los préstamos gramaticales.

Estos son mucho menos comunes que se producen, sobre todo, en comunidades lingüísticas con una estrecha conquista cultural o con un alto grado de bilingüismo —Canadá, Filipinas, Irlanda, Camerún, Líbano y Kazajistán, entre otras—. Este artículo habla sobre algunos préstamos gramaticales que el español ha tomado del francés y del inglés.

***

Para comenzar esta nueva intromisión —sí, sí, entrometido que es uno—, hay que puntualizar que los préstamos lingüísticos que contribuyen al enriquecimiento de la lengua son bienvenidos, pero estaría bien saber de qué lengua vienen.

Los préstamos gramaticales se manifiestan de muchas formas, y algunos resultan más afortunados que otros. Por ejemplo, en español tenemos muy arraigado el un o una tomados del francés o del inglés, de tal forma que decimos: «una cierta persona» o «una película de Juanito Pérez», y también usamos un como numeral: «un amigo» o «un querido amigo» —en algunos casos, puede haber un adjetivo entre ambos—. Y es que los préstamos no son malos —los usuarios son dueños del manejo y comprensión del idioma—, siempre y cuando comuniquen de forma clara.

Por ejemplo, en el primer caso, agregar una es innecesario, porque «cierta persona» es ya una frase gramaticalmente correcta. Algo similar sucede con el segundo ejemplo: «la película de Juanito Pérez»; aquí se trata de otro fenómeno muy común, en el que se intercambia el artículo por un pronombre, debido a los calcos del inglés.

Otro ejemplo sería la frase «dame tu mano»; que se ha pegado a nuestro idioma utilizando el adjetivo posesivo tu, calcado —gramaticalmente— del your inglés. Mientras los anglos dicen «give me your hand», en español la frase usual es «dame la mano», porque la mano es siempre nuestra. Por eso decimos: «me duele la cabeza».

De esta manera también nos llegó nivel, un galicismo útil para cuando uno se refiere a cosas que, en efecto, tienen niveles: «estamos a nivel del mar»; pero el uso extendido de «a nivel mundial» —en el que no hay, realmente, un nivel— que no es tan preciso, podría sustituirse por «en el ámbito mundial» o, simplemente, «en todo el mundo».

Asimismo, «a partir de» —galicismo de à partir de— es otro préstamo que funciona como «desde»: «a partir de las ocho estaré en la oficina». Como en español usamos frases prepositivas —es decir, que usan preposiciones— muy parecidas a ésta —por ejemplo, «a favor de», «a beneficio de»—, la figura se ajusta a nuestro uso.

Otro préstamo gramatical es «de todos modos», que es un conector tomado del francés de toutes façones, equivalente a «de cualquier manera —o modo—», «en cualquier caso», «no obstante», «sea como fuera», «con todo», y otro ejemplo es «en relación a» —anglicismo de in relation to—, cuya traducción sería «en relación con». Por último, también del inglés, tenemos «en términos de» —in terms of— que es sinónimo de «partiendo de», «en función de», o «desde el punto de vista de».

Rodrigo Velázquez Moreno se ha dedicado rocinantemente a defender el español desde que tiene memoria, siempre con tacto y buena voluntad, o por lo menos así lo cree; esto queda muy claro cuando ha sido descrito como arrogante, engreído y alzado. Por eso, sigue defendiendo el idioma a contracorriente de la forma menos elegante posible.


The post Los préstamos lingüísticos appeared first on Algarabía.

Tipología de las lenguas

$
0
0

Para empezar, se debe definir qué es una lengua y ello nos lleva a otra labor: la de clasificarlas. En Algarabía, tomamos un fragmento del libro Las lenguas del mundo, de Carme Junyent, con el fin de que nuestros lectores se sumerjan en las fascinantes formas de las lenguas y en el orden en que se establecen.

Una clasificación tipológica se puede basar en cualquier característica previamente fijada. Podemos dividir las lenguas, por ejemplo, en lenguas tonales y lenguas no tonales, o lenguas con la oposición singular-plural y lenguas con la oposición singular-dual-plural, o lenguas con marca de número y lenguas sin marca de número, etcétera.

Lee también: Las lenguas amenazadas

La división tradicional en lenguas aislantes, aglutinantes y flexivas fue muy importante en el siglo XIX y dio lugar a un buen número de teorías extralingüísticas. El hecho de que Wilhelm von Humboldt afirmase que «la perfección presupone flexión» hizo pasar por alto otras afirmaciones que, de haberse tenido en cuenta, no habrían permitido el abuso que de esta clasificación se hizo a la hora de categorizar las lenguas en «mejores» y «peores».

Clasificación morfológica

También Von Humboldt defendía «la inexistencia de tipos puros en las lenguas»,
 y en realidad la tipología morfológica de las lenguas ha de verse como un continuo que va desde lenguas fundamentalmente aislantes hasta otras fundamentalmente flexivas.

Una lengua aislante es aquella en la que todas
 sus palabras son invariables, o, dicho en otras palabras, carece de morfología. Uno 
de los ejemplos clásicos de lengua aislante
 es el chino, donde, por ejemplo, «grandes almacenes» es expresado así: Bǎihuò Shāngdiàn —literal: «cien-objetos-negocios- lugar»—. Posteriormente se ha comprobado que el vietnamita es aún más aislante que 
el chino, ya que, por ejemplo, todos los comparativos se forman con hon, así:

s1-lengua-tabla-1-hon
Y éstos son algunos colectivos:

s1-lengua-tabla-2-colectivos

Clasificación tipológica

Por otro lado, la clasificación tipológica apela a las características comunes entre las lenguas aun cuando su origen genético sea distinto.

En las lenguas aglutinantes, las palabras pueden estar formadas por varios morfemas, pero los límites entre 
éstos son siempre claros. Un ejemplo clásico de lengua aglutinante es el turco. En turco, los nombres varían, por ejemplo, según el número y el caso, y la forma de los morfemas tiene muy pocas variaciones; el morfema del plural es siempre –lar– / –ler– y se añade entre el sustantivo y los morfemas correspondientes al caso. Veamos, por ejemplo, la declinación de ev = «casa»:

s1-lengua-tabla-3
Las lenguas flexivas, en cambio, se caracterizan por la inclusión de diferentes categorías en un morfo insegmentable. Un ejemplo clásico de lengua flexiva es el ruso —el español también lo es—. Si comparamos las declinaciones de stena = «pared», y dver’= «puerta», veremos que la segmentación en morfemas no es posible:

s1-lengua-tabla-4
El tipo morfológico incide invariablemente en las posibilidades de variación sintáctica de la lengua. Es obvio que las lenguas aislantes tendrán una estructura sintáctica más rígida, puesto que la función de cada palabra dependerá de su posición en la frase. Pensemos, por ejemplo, en
 el latín, otra lengua flexiva, donde la frase «Petrus amat Paulum» puede aparecer en todos los órdenes posibles, puesto que la marca de caso nos indicará siempre quién es el sujeto y quién el objeto:

s1-lengua-tabla-5
Esta variación sintáctica no sería posible en, digamos, el chino, donde, por ejemplo, niao fei significaría «el pájaro vuela» y fei niao, «el pájaro volador». La invariabilidad en las palabras de las lenguas aislantes obliga a una mayor rigidez en su sintaxis.

s1-lengua-lenguas

También te interesará conocer:

«De pura lengua»…  Con «lujuria» de detalles
La paradoja del lenguaje en «Las meninas»
El lenguaje silente –una introducción–
Los orígenes de la lengua

The post Tipología de las lenguas appeared first on Algarabía.

Licha, Poncho, Concha y Moncho

$
0
0

Todos le hemos cambiado el nombre alguna vez a nuestros familiares, amigos y compañeros de escuela o trabajo. Muchas veces les ponemos apodos y, otras, simplemente recurrimos a la forma cariñosa de su nombre de pila, que, a diferencia de los primeros, son de uso común. Como Poncho a Alfonso o Moncho a Ramón.

Estos nombres cariñosos son conocidos como hipocorísticos, término que, desde su origen etimológico —del griego υποκοριστικος /ypokoristikós/, «acariciador»—, muestra su concepción de tersura y halago. En muchos casos se constituyen a partir del diminutivo del nombre —Juan = Juanito; Perla = Perlita—; otras veces, se forman a partir de los apócopes, mediante la supresión de las últimas sílabas —Modesta = Mode; Federico = Fede—, o de la aféresis, eliminando el principio del nombre —Lorenzo = Enzo; Fermina = Mina—, como se hace regularmente en España, donde también es usual recurrir a las terminaciones -ón, para los nombres masculinos —Antonio = Antón; Manuel =Manuelón—, y -uja o -uca, para los femeninos —María = Maruja; Pilar = Pilaruca—. También tomamos prestados nombres de otras lenguas —como del inglés: Dany = Daniel o Daysi = Margarita— para «acariciar» verbalmente a alguien, o solemos recortarlos y agregarles una y final —Leticia = Lety;Gabriela = Gaby; Patricia = Paty.

Pero los hipocorísticos no son exclusivos de esta lengua, pues prácticamente todas los usan; por ejemplo, en inglés les dicen Bill a los William o Mickey y Mike a los Michael; en francés a los Pierre les dicen Pierrot y Sacha a los Alexandre.

Y es que, además de su sentido afectivo, los hipocorísticos obedecen a la necesidad de simplificación que tiene el hablante —ley del menor esfuerzo— y algunos llegan a independizarse tanto del nombre original que se deslindan de la connotación afectuosa que los originó —Margarita = Rita, donde el segundo se convirtió en nombre propio.

En México tenemos muchos casos de hipocorísticos, pues, como en ningún otro país, recurrimos a la cordialidad más que a la cortesía para parecer más amables, más cálidos y menos severos en nuestras peticiones. Y no es de extrañar que, de entre todos ellos, abunden los que llevan la letra ch—Ramón = Moncho; Alfonso = Poncho; Concepción = Concha;Alicia = Licha—, o que, cuando el nombre es corto y no se presta a más recortes, le agreguemos la terminación -iux—Karla = Karliux; Sandra = Sandriux.

He aquí una muestra de ello, aunque, habría que tomar en cuenta lo que nos dice Margarito Ledesma: «Hasta hoy, después de tantos años de conocerlo, y eso por una mera casualidad, vine a saber que ese señor que siempre he conocido como Don Paco se llama Francisco. Yo no sé de dónde saca la gente esos modos y esas mañas de andar cambiando los nombres nomás a ojo. ¡Don Paco! ¡Don Paco! ¿Quién iba a adivinar que se llamaba Francisco? Santo y muy bueno que a las que se llaman Jesús les digan Chuchas o Chutas; a las Refugios, Cucas; a las Josefinas, Pepitas; a las Mercedes, Meches; a las Manuelas, Memes; a las Cármenes, Mimís; a los Enriques, Totos; a los Josemarías, Chemas, y así por el estilo, porque todo eso está muy clarito; pero, ¿en qué cabeza cabe decirle Paco a uno que se llama Francisco? ¡La verdad que se necesita estar dejado de la mano de Dios para hacer eso! En fin, más vale callarse y no decir nada».1

Algunos hipocorísticos masculinos

Adolfo- Fito
Alejandro- Ale, Alejo, Álex
Antonio- Tony, Toño
Carlos- Car, Carlangas, Charly
Cecilio- Chilo
Dionisio- Nicho
Eduardo- Lalo
Encarnación- Chon
Enrique- Henry, Quique
Ernesto- Neto
Fernando- Fer, Fercho, Ferruco, Nando
Francisco- Curro, Frankie, Paco, Pancho, Quico
Gonzalo- Chalo
Gregorio- Goyo
Guillermo- Guille, Memín, Min, Memo
Ignacio- Nacho, Iñaki
Isidro- Chiro, Isi
Jesús- Chucho, Chuy
Jorge- Coque
José- José, Pepe, Pepín, Pepino, Pepinillo, Pepito
José Antonio- Pepeto, Pepetoño
Juan José- Juanjo
Leopoldo- Leo, Polito, Polo
Lorenzo- Lencho
Luis- Güicho, Huicho
Manuel- Lolo, Malo, Manolete, Manolo, Manu, Manuelón, Manny
Mario- May, Mayo, Mayín, Mayito
Miguel Ángel- Male, Malele
Narciso- Chicho
Ramón- Mon, Monchis, Moncho
Refugio- Cuco
Ricardo- Richard, Richi, Richo, Ricky
Roberto- Beto, Bob
Rodrigo- Rodri, Roy
Rosalío- Chalío
Salvador- Chava, Savi
Santiago- James, Santi, Yago
Sebastián- Sebas, Chebs
Sergio- Checo
Tomás- Tom, Tommy
Valentín- Titín, Vale, Valen
Vicente- Chente

Algunos hipocorísticos femeninos

Agustina- Tina, Tinita
Alicia- Ali, Licha
Antonia- Antonieta, Toña, Toñeta
Araceli- Cheli, Chelina
Aurora- Bora, Rorra
Carmen- Carmela, Carmenchu, Carmina, Menchu
Concepción- Concha, Conchis, Conchita
Consuelo- Chelo
Cristina- Chris, Cris, Crista, Cristin, Tina
Dolores- Dolly, Lola, Loli
Elizabeth- Bess, Bessy, Beth, Eli, Liz, Lizzy, Netty
Encarnación- Chona, Encarna, Encarni, Nita
Éricka- Kika
Esperanza- Espe, Lancha, Pelancha, Zita
Francisca- Fanny, Francina, Francis, Paquita
Graciela- Chela
Guadalupe- Lupana, Lupe, Lupita, Pita
Inés- Sita
Inocencia- Chencha
Isabel- Bel, Bela, Chabela, Chabeli, Isa
Josefina- Chepina, Fina, Jose, Sefi
Lidia- Lili, Lilicha
Lorenza- Lencha
Lourdes- Lulú
Magdalena- Magda, Magos, Malena
Marcela- Chela, Marce
Margarita- Daisy, Maggie, Marga, Márgara
María- Mari, Mariana, Marichu, Mariona, Maruca, Maruja, May
Mercedes- Meche
Pilar- Pila, Pilarica, Pilaruca, Pileta, Pili, Pilo, Pilos, Pilote
Refugio- Cuca
Rocío- Chío
Rosa- Ros, Rosita, Rosy
Rosario- Charito, Chayo, Rosa
Silvia- Chiva, Chivis
Socorro- Coco
Sofía- Chofis, Chopi, Sofi
Soledad- Chole
Victoria- Vicki, Totoya, Toya, Toyis
Yolanda- Yola, Yolis

1 Margarito Ledesma, Poesías, México, 1990; p. 198.

También te interesará leer…

La traición del lenguaje
El lenguaje de los mexicanos
El comienzo del lenguaje

The post Licha, Poncho, Concha y Moncho appeared first on Algarabía.

Top 10: Obras de Vargas Llosa

$
0
0

Mario Vargas Llosa, nació en Arequipa, Perú, en 1936. Ha sido galardonado con los premios literarios más importantes: Príncipe de Asturias de las Letras y el premio Cervantes.

Como muchos otros grandes literatos, Mario Vargas Llosa comenzó su carrera en el periodismo. Colaboró con los periódicos La Crónica y La Industria tras terminar sus estudios en derecho y literatura, además de incursionar brevemente en el teatro al escribir la obra: La huída del Inca (1952). Tras concluir sus estudios le ofrecieron una beca para estudiar en la Universidad Complutense de Madrid, dónde se gradúo como doctor en Filosofía y Letras.

A finales de los años ochenta intensificó su actividad política al formar el Movimiento Libertad, frente de oposición contra la iniciativa de nacionalizar la banca en Perú. En la década siguiente compitió por la presidencia peruana contra Alberto Fujimori, y perdió.

En su obra se percibe un profundo tinte autobiográfico y crítico –como en La Ciudad y los Perros (1963), donde denuncia los abusos de la disciplina militar–; mientras que otros de sus escritos, como La fiesta del chivo (2000), narra la crueldad de la tiranía del dictador Rafael Trujillo, volviendo a los temas recurrentes de su pensamiento: Latinoamérica y su complicada situación política. Te invitamos a que conozcas las obras mas vendidas del también nacionalizado español, en este top 10.

10. Los cachorros

s13-top-10
Novela publicada en 1967 cuenta la historia de Cuéllar –un alumno recién llegado al Colegio Champagnat de Miraflores—quien hace amistad de inmediato con Choto, Chíngolo, Mañaco y Lalo. Sin embargo, su vida da un giro inesperado al ser mordido por Judas –un perro—que lo castra. A partir de entonces su vida es un suplicio y hace lo que quiere para llamar la atención.

9. La civilización del espectáculo

s13-top-9
Uno de los pocos libros de no ficción del escritor peruano, propone un debate sobre el significado que hoy por hoy se le da al término de cultura, haciendo que este caiga en la banalización por la sociedad contemporánea. Encabezó la lista de libros mas vendidos en mayo de 2012 en México.

8. La tía Julia y el escribidor

s13-top-8
Publicada en 1977 es una interesante historia que logra una combinación de la realidad y la ficción. Además, es una novela semi-autobiográfica ya que habla de la vida de Mario –un joven que quiere ser escritor—que junto a Pedro Camacho participa en series de radioteatro. El adolescente se enamora de su tía política y se enfrentará a cualquiera hasta casarse con ella.

7. La casa verde

s13-top-7
Casi una anécdota personal, La casa verde –publicada en 1966—relata muchas historias que se entrecruzan espacial y temporalmente. Dos son escenarios principales: Piura –población situada en el desierto de la costa norte peruana—donde se encuentra el burdel “La casa verde” y la selva amazónica peruana lugares donde Vargas Llosa vivió. Recibió el premio Rómulo Gallegos.

6. El sueño del Celta

s13-top-6
Novela publicada en 2010 relata la vida y las aventuras del Cónsul Británico Roger Casement, quien denunció los abusos del sistema colonial en el Congo y en la Amazonia. Se convirtió en el libro más vendido de España y Colombia en Noviembre de 2010, todo un éxito de ventas internacional.

5. Travesuras de la niña mala

s13-top-5
Publicada en 2006, están novela relata la historia de Ricardo –un joven que vive en Lima, Perú—quien quiere cumplir su sueño de vivir en París. Sin embargo, este objetivo se ve frustrado debido a un rencuentro con un amor de adolescencia –una joven, inconformista, aventurera, pragmática e inquieta— que lo alejará de su sueño.

4. Conversación en la Catedral

s13-top-4
Una novela muy apreciada por el autor ya que asegura que «es la única novela que salvaría del fuego». Fue publicada en 1969 y cuenta la historia de dos personajes que se encuentran un bar –“La Catedral”— hablando sobre la cuestión “¿en qué momento se jodió el Perú?”. Esta obra fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo xx.

3. La fiesta del chivo

s13-top-3
Fue publicada en el año 2000 retrata la historia del asesinato de Rafael Trujillo —apodado El Chivo— en 1961. Un libro ambientado en República Dominicana y que se narra a partir de dos visiones: durante y después del asesinato. Además, mezcla tres momentos que se entrelazan: el regreso de Urania Cabral a casa, el ultimo día con vida de Trujillo y la historia de los asesinos.

2. El héroe discreto

s13-top-2
El libro mas vendido de la segunda mitad del año 2013, cuenta la historia de Felícito Yanaqué —un pequeño empresario de Piura— e Ismael Carrera —un exitoso hombre de negocios— quienes terminan cruzándose por investigar un secuestro que los lleva a más descubrimientos de los que esperaban.

1. La ciudad y los perros

s13-top-1
Este libro representa, ya, uno de los mejores clásicos del siglo xx. Fue la primer novela de Mario Vargas Llosa publicada en 1963 y narra los suplicios de un grupo de jóvenes -educados militarmente– que luchan por sobrevivir en el Colegio Militar Leoncio Prado. Se dice que debido a la controversia que causó algunos militares quemaron más de 1000 ejemplares en el colegio ya mencionado.

También te interesará leer…

El doctorado honoris causa
Carlos Fuentes, mexicano de corazón
Autores con rencor a sus madres

The post Top 10: Obras de Vargas Llosa appeared first on Algarabía.


Los vericuetos del género

$
0
0

Cada lengua es reflejo de la cultura que la habla, por eso encontramos que hay lenguas de distinto tipo, de diferente índole y propósito, de diversa factura y corte.
En este sentido, cada uno tiene características determinadas dadas por la idiosincrasia y la manera de ver el mundo de los diversos grupos humanos. o y sexo. Lo masculino o femenino en la lengua no tiene nada que ver con lo masculino o femenino en la vida.


Los sistemas lingüísticos se diferencian unos de otros porque la cultura que los creó y que los usa es diferente. El género es un concepto meramente gramatical que no tiene nada que ver con el sexo. La palabra «género» viene del latín generus, que quiere decir: «clase o tipo a que pertenecen personas o cosas».

s20-lengua-1-tabla-de-genero

Clase nominal

La clasificación de la clase nominal en masculino, femenino y neutro es engañosa. El que el sustantivo silla rija al género femenino: la silla blanca, la silla alta, la silla negra, no quiere decir que sea mujer, ni mucho menos.


En general, los límites de los géneros o las clases de palabras son muy arbitrarios, aunque cada lengua tiene los suyos. En este sentido, términos como masculino, femenino y neutro deben ser entendidos como etiquetas o clasificaciones necesarias para el orden y la memorización de los hablantes.

Los sustantivos epicenos

Son aquellos que tienen forma idéntica para ambos géneros. las palabras testigo y grande pueden estar en masculino o femenino. Lo importante de este concepto es que nos ayuda a dejar claro que no siempre el sexo determina diferencias de género hablando, por supuesto, en términos gramaticales; es decir, que aunque la palabra catarina sea femenina, no significa que sea hembra, puede ser que hablemos de un macho; tampoco decimos «la sapa», «el rano», «el balleno», o «el hormigo».

El género puede significar muchas cosas: números, coloreso clasificaciones propias de cada idiosincrasia lingüística. por ejemplo, en el japonés existe un clasificador que designa todo «lo que es largo» o «con forma de cable o bat».
Lee también: De mujeres, fuego y cosas peligrosas

s20-lengua-2-tabla-jirafa-rinoceronte

El género en otras lenguas

Otras lenguas distinguen un gran número de géneros o clases nominales, como se ve con las lenguas bantúes, en donde el número de clases nominales supera la decena, por ejemplo, para el protobantú las clases principales en el singular son:

La mayoría de las lenguas del mundo carecen de género gramatical, sólo un tercio de ellas usan alguna forma de género gramatical.


En muchas lenguas hay género dual o neutro, como en el griego antiguo, donde encontramos nombres que rigen adjetivos neutros: kalo paidi, ‘niño bueno’ —neutro—, pneuma kalo, ‘espíritu bueno’ o ‘alma buena’ —neutro—, kali gimaika, ‘mujer buena’ —femenino.


Es un hecho que existe discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad y que, por lo tanto, ésta se refleja en la lengua.

s20-lengua-3-Protobantu


El género neutro no comprende a todos los sustantivos que en la realidad no tienen género; de hecho, en muchas lenguas el género neutro casi no se usa y en muchas otras se usa para denominar realidades del sexo masculino y femenino. por ejemplo, en alemán la palabra fräulein, ‘jovencita’, es neutra.


La lengua reflejo de la cultura


Existen aún diferencias salariales entre hombres y mujeres y en el trato personal en el trabajo, existe desigualdad entre los sexos en cuanto a la distribución de las tareas domésticas y hay violencia conyugal. Es también real el sexismo en la publicidad, en la que la mujer es considerada a menudo un objeto sexual.


Como bien dice el lingüista Ignacio Bosque1 Ignacio Bosque, «Sexismo lingüístico y visibilidad en la mujer», en El país, edición digital: http:// cultura.elpais.com/cultura/2012/03/02/actualidad/1330717685_771121.html:«El lenguaje puede usarse con múltiples propósitos.

Puede emplearse para describir, ordenar, preguntar, ensalzar o insultar, entre otras muchas acciones, y, desde luego, también puede usarse para discriminar a personas o a grupos sociales», y agrega: «Nadie niega que la lengua refleje, especialmente en su léxico, distinciones de naturaleza social, pero es muy discutible que la evolución de su estructura morfológica y sintáctica dependa de la decisión consciente de los hablantes o que se pueda controlar con normas de política lingüística


Las mujeres aprendemos a hablar como mujeres y los hombres como hombres.
El sexismo reside en otra parte, no en el uso del género, sino en frases como: «pinche vieja», «vieja golfa», «hijo de puta» o «chava puta», por poner algunos ejemplos al azar, que son pronunciadas como insulto, tanto por hombres como por mujeres, y en muchos estudios ha resultado que en mayor medida por mujeres que por hombres.


Conoce: Por qué mujeres y hombres hablamos distinto


Si la lengua refleja problemas de catalogación como el de «zorro plateado» vs. «vieja zorra» o soltero vs. solterona, o en malcogida, un adjetivo utilizado siempre en relación a las mujeres y nunca en masculino, cuando en la vida real existen tantos malcogidos como malcogidas, es porque realmente la sociedad sigue teniendo ese tipo de conceptualización y porque estigmatiza a las mujeres que son dueñas de su propia sexualidad.
Pero aquí no termina el asunto. Encuentra este texto en la edición 129 de la revista Algarabía:

buy-now-Algarabia-129

También te interesará leer…

De estereotipos de género
Machismo velado
Elena Garro –exiliada de la realidad– 
Ponte a Prueba #113: Mujeres que dejaron huella

The post Los vericuetos del género appeared first on Algarabía.

ABCD un siglo de siglas

$
0
0

Ya sea para ahorrar tiempo, espacio o aliento, las siglas sirven para referirse a instituciones [UNAM, IPN], empresas [IBM, KLM], organismos [ONU, FMI], objetos [CD, PC], sistemas [MAC OS, MS-DOS], asociaciones [APAC, ANDA], organizaciones políticas [EZLN] y demás etcéteras. Tal vez por ello Pedro Salinas definió al siglo XX como «un siglo de siglas».


A las siglas que se leen tal como se escriben, se les llama acrónimos1 y muchas terminan por incorporarse al léxico común como sustantivos: láser [Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation2], radar [Radio Detection and Ranging3] u ovni [objeto volador no identificado]; éste último se tradujo de las siglas en inglés UFO [Unidentified Flying Object]. De ahí que a los «estudiosos» en la probable vida inteligente de otros planetas se les llame «ufólogos» y no «ovniólogos» —un término que ni Maussan estaría dispuesto a aceptar.


A continuación se describen algunas siglas de origen anglosajón —en su mayoría— y que se han incorporado al habla cotidiana. Sin pretender ser ortodoxos sobre los términos que se añaden a la lengua española —pues el idioma es algo en permanente cambio—, ¿sabemos lo que quieren decir cuando las usamos?


3G. Abreviación para Tercera generación de telefonía móvil, que permite transferir voz y datos —en una llamada telefónica—, a la vez que permite conectarse a Internet o servicios de correo. Japón fue el primer país en implementar una red 3G a gran escala. En principio, esta tecnología funcionaba con Wideband Code Division Multiple Access —acceso múltiple por división de código de banda ancha—, que es el verdadero nombre de este sistema. En la actualidad funciona por medio de UMTS —Sistema universal de telecomunicaciones móviles—, que sustituyó al sistema global para las comunicaciones móviles, mejor conocido como GSM.


BIT. Acrónimo de Binary Digit —dígito binario—. Se trata de la unidad más pequeña de representación en el sistema binario, compuesto de dos valores: 1/0. Toda la información digitalizada —desde una sinfonía de Mozart, las obras completas de Cervantes o la fotografía de un piojo— es convertida en una serie de ceros y unos, que luego son reconstituidos por programas específicos que logran descifrar el modo en que éstos deben mostrarse, ya sea en texto, imagen o sonido.


DNA. A causa de las infames traducciones en las series televisivas, cada vez es más común que al ADN —ácido desoxirribonucléico— se le mencione por sus siglas en inglés. Roguemos porque esta mutación en su escritura no altere las propiedades de este compuesto cuya información genética permite a los seres vivos gestar otros semejantes a ellos.


CD-ROM y DVD. Aunque el DRAE —acrónimo del Diccionario de la Real Academia Española— lo registre como «cederrón», de este lado del mundo aún conservamos su pronunciación inglesa y significa: Compact Disc – Read Only Memory. Es un disco compacto se pueden almacenar datos. De este formato surgieron luego los RW [Re Writable]: regrabable, y el ahora imprescindible DVD [Digital Versatile Disc], que tiene mayor capacidad de almacenamiento —desde 4.7 hasta 13 GB, según la densidad del disco.


DTS. Después que se inventó el sistema THX, se buscó desarrollar otras tecnologías que brindaran la misma sensación de sonido envolvente. Una de esas opciones es el DTS, siglas de Digital Theater System, que han adoptado casi todas las salas de cine y cuya tecnología está vinculada al Sistema Dolby: pionero en limpieza y mejora del sonido para grabaciones de alta fidelidad.


GPS. Global Positioning System, es un sistema global de navegación por satélite, que sirve para localizar con precisión a un objeto, sin importar en qué parte del planeta se encuentre. Aunque su invención se atribuye a tecnología franco-belga, el primero en implementarlo fue el Departamento de Defensa de Estados Unidos. El GPS funciona con casi una treintena de satélites que orbitan alrededor de la Tierra y, cuando se desea determinar la posición de un objeto en particular, el objeto a localizar emite una señal que se «triangula» con varios satélites —mínimo tres—, para establecer la diferencia de tiempo que existe entre una y otra recepción. A partir del retraso o coincidencia con cada señal, se puede calcular con precisión —a veces con centímetros de error—la ubicación deseada.


GSM. Groupe Spécial Mobile, es el nombre del Sistema Global para las Comunicaciones Móviles que emplean la mayoría de los teléfonos móviles en todo el orbe. En este sistema se implementó por primera vez el servicio de mensajes cortos [SMS].


ISBN. International Standard Book Number: nada más y nada menos que el sistema internacional de numeración de libros para que puedan ser localizados y clasificados en cualquier parte del mundo. Así se trate de la reimpresión de un mismo título, nunca se repite un ISBN. Aunque se instauró hasta 1970 como estándar internacional, ha sido la pauta para crear otros registros de control, no sólo de publicaciones impresas, sino de otros productos culturales. El éxito de portales como Amazon, e-Bay, Barnes & Noble y demás etcéteras de «compra en línea», se ha sustentado en la precisión de esta clasificación bibliográfica. Las revistas usan el acrónimo ISSN.


JPG, JPEG. Joint Photographic Experts Group es un método para comprimir imágenes digitalizadas. Se ha vuelto un formato tan común, que las cámaras fotográficas ya lo traen configurado de fábrica. Y es así, porque es muy fácil de manipular: ocupa poco espacio y eso permite grabar más imágenes o video en las tarjetas de memoria —por lo regular, de 2 o 4 GB.


HDL. Sigla de High Density Lipid [lipoproteína de alta densidad]. Estas lipoproteínas se encargan de transportar el colesterol desde los tejidos de todo el cuerpo hacia el hígado. En términos más terrenales, así se denomina a eso que llaman «colesterol bueno» —y que encontramos en prácticamente todas los productos alimenticios. Su contraparte es la LDL: lipoproteína de baja densidad [Low Density Lipid], comúnmente llamada «colesterol malo» y cuya acumulación excesiva en el organismo —dicen— es responsable de diversas afectaciones cardiacas.


KB, MB, GB, TB. Siglas de kilobytes, es decir, mil bytes. El byte es la unidad primordial en la que se almacena información en un rango de ocho bits —de aquí que el DRAE le llame «octeto». El resto de las siglas significan la medida en escala de diez, correspondiente al Sistema Internacional de Medidas: megabyte, un millón de bytes. Gigabytes: mil millones de bytes. Terabytes: un billón de bytes.


KGB. ¿Cuántas veces en películas, series de televisión y noticiarios, escuchamos esta sigla que de inmediato se asociaba a la policía secreta o el espionaje al estilo del agente 007? Castellanizado del ruso, se pronuncia Komitet Gosudárstvennoy Bezopásnosti; y su traducción es: Comité para la Seguridad del Estado. Erróneamente, se le llamaba «la KGB», cuando, al tratarse de un comité, debería decirse «el KGB».


LOL. Cada vez es más frecuente el empleo de esta sigla que significa Laughing Out Loud o Lot of Laughs —carcajada estruendosa o muchas risas, respectivamente—, en los chats o en los mensajes de teléfono móvil [SMS].


LSD. Aunque en español tiene un nombre propio: dietilamida de ácido lisérgico, la reconocemos mejor por su sigla en inglés: Lysergic acid diethylamide, que también se vinculó a una de las canciones más célebres del conjunto The Beatles que, según las malas lenguas, hace homenaje a ese ácido de consecuencias alucinógenas: «Lucy in the Sky with Diamonds».


MP3. Esta sigla de música comprimida —inherente de los auriculares portátiles, teléfonos móviles y, por supuesto, computadoras personales—, es también una compresión de MPEG-1 Audio Layer 3, que significa: Moving Picture Experts Group Phase; es un método para reducir el tamaño de archivos de audio y video, haciéndolos más fáciles de enviar o guardar en dispositivos que no tienen un amplio margen de memoria. Eso sí, a mayor compresión en los archivos, se pierde fidelidad de la imagen y del sonido originales.


Nasdaq. No hay día que los noticiarios de todo el mundo informen: «el índice Nasdaq cerró sus operaciones en…», pero, ¿se entiende de qué hablan? Son las siglas de la National Association of Securities Dealers Automated Quotation, y se trata del mercado electrónico de acciones bursátiles de Estados Unidos. Como esta sigla, también existe el índice Nikkei, acrónimo de Nihon Heikin Kabuka, y es lo mismo que el Nasdaq, sólo que corresponde a la Bolsa de Valores de Japón; también es el nombre de un conglomerado de empresas informativas.


PDF. Portable Document Format —formato de documento portátil—, que sirve para almacenar archivos digitales. Fue desarrollado por la empresa Adobe Systems y su característica principal es que se compone de imágenes vectoriales, mapa de bits y texto. Cada vez es más útil en la industria editorial, pues reduce el rango de error entre lo que se ve y se imprime, además de que los archivos no ocupan mucho espacio. Revistas y periódicos en Internet cada vez lo emplean más para proporcionar versiones imprimibles de sus publicaciones a sus lectores.


PIN. Personal Identification Number. Número de identificación personal [NIP], que se emplea en cajeros electrónicos o en cualquier otro sistema que sirva para proteger información confidencial. De aquí se derivó el uso de contraseñas para correos electrónicos, teléfonos móviles y demás sistemas que necesiten de una clave personal.


PVC. Así se les llama a los tubos —y a otros materiales— de policloruro de vinilo —del inglés Polyvinyl Chloride—, producto plásticos que más se emplea en la actualidad y uno de los más resistentes. Debido a sus moléculas de cloro, no se quema con facilidad ni arde por sí solo, por ello se emplea para aislar y proteger instalaciones eléctricas. También puede reciclarse con facilidad y se puede transformar en materiales rígidos o flexibles.


RAM. Siglas de Random Access Memory —memoria de acceso aleatorio—, que resulta fundamental en una computadora para realizar todo proceso. Entre mayor sea la memoria RAM, menos tiempo tardará una computadora en abrir programas y realizar sus funciones.


SMS. El Short Message Service —servicio de mensajes cortos—, se ha convertido, en muy pocos años, en la comunicación permanente de casi todo usuario de teléfono móvil —o celular, como lo llamamos en México—, pues además de resultar más económicos que una llamada, son menos factibles de error y sirven para informar detalles para los que una llamada sería innecesaria. En su origen, se limitaban a 159 caracteres de texto, pero actualmente ya existen mensajes en los que se pueden incluir más.


SOS. Señal de auxilio internacional, que fue aprobada en la Conferencia Internacional de la Comunicación Inalámbrica en Mar de Berlín, en 1906, para reemplazar a la que se utilizaba hasta entonces: CQD. CQ significaba Copy Quality —código de llamada general— y D de Distress —problema. Se eligió SOS porque era muy fácil de recordar y emitir por medio del código Morse: una sucesión de tres pulsos cortos, tres largos y otros tres cortos [… – – – …]4. Luego se le inventaron significados a esas siglas para su memorización: Save Our Ship —salven nuestra nave—, Save Our Souls —salven nuestras almas—. Una de las más curiosas se pergeñó en español: Sálvennos o Sepúltennos.


THX. Cuando una película se produce con este sistema, es anunciada con algo más que bombo y platillo. Sin embargo, esta sigla, no sólo se refiere a una de las primeras cintas de George Lucas —THX-1138—, dueño de la compañía homónima, sino a las iniciales del Tomlinson Holman eXperiment, profesor universitario que desarrolló este sistema para garantizar la calidad del sonido, que genera la sensación de que uno se encuentra dentro de la acción de las imágenes.


TOEFL. Test of English as a Foreign Language, es la prueba de inglés americano como idioma extranjero, para evaluar diversos niveles de su comprensión auditiva, lectura y escrita. Antes se aplicaba en papel —ahora prácticamente obsoleto— y actualmente se aplica el IBT: Internet Based Toefl, una versión de la misma prueba, que se responde en «tiempo real».


USB. Por lo regular decimos «pásame el USB», sigla de Universal Serial Bus, para referirnos al conductor universal en serie: ese puerto o “interfaz” que permite conectar entre sí una gran variedad de dispositivos —teclados, “ratones”, impresoras, etcétera—; por antonomasia, lo asociamos a esa memoria portátil que almacena archivos de gran tamaño. Fue desarrollado en 1996 por siete empresas en colaboración: IBM, Intel, Northern Telecom, Compaq, Microsoft, DEC y NEC: todos acrónimos que no podemos —ni queremos— explayar aquí.


VHS. Video Home System —sistema de video casero— que durante lustros almacenó —en una cinta de media pulgada y una caja de plástico— horas de solaz y ameno esparcimiento visual. Este cassette de video fue creado por la JVC [Japan Victor Company] —una división japonesa de la RCA [Radio Corporation of America]— y en muy pocos años desplazó al Betamax —creado por Sony—, por su mayor estabilidad en la cinta y calidad en la imagen. A pesar de su casi extinción, esta sigla aún es reconocida por media humanidad.

WWW. Siglas de World Wide Web —red global mundial—: sistema de documentos, textos, imágenes, sonidos y demás archivos digitales entrelazados por medio del Internet. Fue creada a finales de los años 80 por el belga Robert Cailliau y el británico Tim Berners-Lee, por la necesidad de intercambiar información, de forma más rápida y efectiva, con otros investigadores que se encontraban en otras partes del mundo. El equipo de ambos investigadores desarrollaron los lenguajes: HTML [HyperText Markup Language] o lenguaje de etiquetas de hipertexto; el protocolo HTTP [HyperText Transfer Protocol]; y el sistema para localización URL [Universal Resource Locator].


Yahoo. Que este célebre portal lleve el nombre de una raza descrita en los viajes fantásticos de Gulliver como una horda de salvajes ignaros, es una simple coincidencia, pues en realidad se trata de las siglas de Yet Another Hierarchical Officious Oracle, proyecto con el que se graduaron de la Universidad Stanford Jerry Yang y David Filo, en 1994, y cuyo nombre original era: Jerry’s Guide to the World Wide Web. La oferta de compra que recibió este consorcio, por parte de Microsoft, alcanzó los 44,600 millones de dólares.
 
CBR —siglas de Carlos Bautista Rojas— no es LAE, ni QFB y mucho menos DG. Pasó como oyente por las aulas del IPN, la UAM, la UIA y la UNAM, pero le gustó más seguir de vago, dato que no le da ninguna vergüenza revelar en su CV. Pueden seguirlo —o reclamarle lo que gusten— en Twitter como @alguienomas
 


1. v. Algarabía 12, marzo-abril 2004. Causas y azares. «Acrónimos»; pp. 34-36.
2. Amplificación de Luz por Emisión Estimulada de Radiación.
3. Detección y medición de distancias por radio.
4. v. Algarabía 52, diciembre 2008, Íconos y grafías: «El código Morse»; pp. 84-87.

Te recomendamos leer…

Datos curiosos del mundo
Película en las células
Mitos comunes sobre la salud

The post ABCD un siglo de siglas appeared first on Algarabía.

La lengua es de quien la trabaja

$
0
0

Hay un cuestionamiento muy común en nuestro país—especialmente en esta ciudad—, sobre si los mexicanos hablamos «bien» o «mal» y justamente es a nosotros los lingüistas a los que nos suelen hacer esa pregunta. Quizás esto proviene de la idea ancestral de cuando la Real Academia de la lengua Española se fundó allá por 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena.

Felipe V aprobó su constitución el 3 de octubre de 1714 y la colocó bajo su «amparo y Real Protección».
Su propósito fue el de «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza». Se representó tal finalidad con un emblema formado por un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor, que la lengua «se debe cuidar» que «hay un correcto uso del lenguaje».

Quien escribe correctamente muestra que ha disfrutado de una escolarización adecuada, que ha leído libros y que tiene ejercitada la mente. Gracias a esa gimnasia podemos acceder a estadios de razonamiento y cultura más elevados. Quien no sea capaz de comprender algo tan básico como la escritura, quien no tenga garantizada en su infancia la educación adecuada para ello, pocos progresos más logrará en su vida intelectual.

“El lenguaje representa lo más democrático que la civilización humana se ha dado. Hablamos como el pueblo ha querido que hablemos. Las lenguas han evolucionado por decisión de sus propios dueños, sin interferencias unilaterales de los poderes; aún más: en un principio han impuesto los pueblos su lengua a los poderes”.

Que el español goza de buena salud, que está en expansión y que seguramente llegará a ser la lengua más importante del mundo, son algunas de las apreciaciones de poetas y escritores.

Sigue leyendo:

Champú


The post La lengua es de quien la trabaja appeared first on Algarabía.

Lo oscuro de lo obscuro

$
0
0

Seguramente alguna vez en la vida hemos estado inmersos en la oscuridad de nuestro ánimo, de nuestros pensamientos, de las palabras; en fin, sin duda en algún momento cada quien ha vivido su propia oscuridad o ha hecho cosas oscuras… u ¿obscuras? ¿Existe alguna diferencia entre ambas formas?
s3-lengua-Leopoldo-Mendez
Hay registros del uso de esta palabra desde hace muchísimo tiempo. Por ejemplo, en la Edad Media la forma común era escuro —se pueden encontrar rastros de este vocablo en obras como la Celestina, atribuida a Fernando de Rojas—, y así se empleó hasta el siglo xvi. Sin embargo, como en gustos se rompen géneros, hubo quienes después prefirieron utilizar la forma latina obscuro, sobre todo los latinizantes, como el poeta Luis de Góngora —quien optaba por utilizar léxico latino en sus figuras retóricas—.

Lee también: El latín vulgar

Este uso respondía a un estilo específico de una corriente literaria —cultismo—, pero también a un modo de acabar con escuro, que ya entonces 
se consideraba vulgar. No obstante, hubo muchos que no la agregaron a su léxico porque pensaban que era una manera más difícil de pronunciar esta palabra —la mayoría de la gente no pronunciaba obscuro.

El uso de una o de otra forma es correcto y, aunque obscuro se considera arcaico, su empleo se deja a criterio de cada quien.

Hay quienes piensan que escribir la palabra oscuro, en lugar de obscuro, pierde substancia. Que substraerla del grupo de las –bs es una «injusticia» y un error; en realidad no es así. Lo mismo aplica para las palabras substanciasustancia—, substraersustraer—, subscribirsuscribir—, substratosustrato―, que suelen usarse más de la manera simplificada porque es la forma en que la mayoría de las personas las pronuncia.
s3-lengua-rumbo_al_mercado_aicesleopoldo_mendezmuseo_estanq
En nuestro idioma se suele prestar más atención a lo fonético —a diferencia del francés, del inglés, del alemán o del portugués, que se preocupan más por conservar la ortografía etimológica—; se tiende, por lo mismo, a escribir como se pronuncia y muy probablemente por eso ha permeado más el uso de oscuro por encima de obscuro. sin embargo, cada quien su oscuridad y sus pensamientos oscuros, aunque no está de más saber por qué se usa de una u otra forma y emplearla de manera consciente, menos ciega.

Para saber más de lo inusual, lo exótico y desonocido, consulta la edición de Algarabía, más negra la noche.

También te interesará conocer:

•Palabrotas del futuro 

The post Lo oscuro de lo obscuro appeared first on Algarabía.

Nuestras silenciadas lenguas nacionales

$
0
0

La historia que se narra, la que se reproduce como cierta, pero que se recrea cada vez que la mencionamos, es parte inseparable de nuestras vidas y de nuestras identidades.

Por lo regular, esta historia —que es plural y diversa— difiere de aquella que se podría identificar como verdadera o, para no meternos en problemas, aprobada científicamente. La primera es más nuestra, más propia; la segunda es de los historiadores. La primera incluye, además, a la llamada historia oficial —que, por otro lado, también es plural y cambiante y, por lo común, entra en conflicto con las regionales y comunitarias.

Vía Wikipedia

Conoce también las lenguas amenazadas

Nuestra historia nacional también tiene, como condición de existencia, el ser narrada. Para ello, dependemos de nuestra experiencia tanto cotidiana como discursiva. Y ambas experiencias son, desde el punto de vista lingüístico, monolingües. En nuestros relatos nacionales, por lo regular el idioma es intrascendente.

Es rarísimo hallar a alguien que pregunte si Benito Juárez tuvo problemas lingüísticos —puesto que su lengua materna era el zapoteco—, la cual, explícitamente reconoce.

Es más raro el compa que hace alusión a la diversidad dialectal o lingüística a lo largo de nuestra historia. Tildarán de loco, llamarán a sus padres y —lo de hoy— canalizarán con el psicólogo de la escuela a aquel niño que ose preguntar por qué en México no se habla igual que en España, si fueron tres los siglos de dominación —cuando, se dirá, hablamos igualito… aunque aquí no usemos el vosotros, ni pronunciemos de la misma manera cielo y zurcir, nos demos vuelo con el diminutivo y con el le de órale y ándale, y empleemos un léxico diferente—. Bueno, no es lo mismo, pero es igual, insistirán.

¿Cómo dices que dice?

Este monolingüismo histórico no es gratuito ni neutral. Se nos ha impuesto, pero para nada nos incomoda —porque aceptamos que nuestra realidad es monolingüe—. Nuestra visión del mundo nos hace ver a Colón, a pesar de ser genovés, carente de problemas lingüísticos al comunicarse con Isabel, la reina, que tampoco los tuvo al dialogar con su esposo Fernando —cuando ambos tenían lenguas maternas diferentes.1

Castellano y aragonés, respectivamente.

Tampoco Cortés batalló para entenderse con nadie, y cuando surgieron algunos liecitos, fueron resueltos con la ayuda de La Malinche.

Y parece que Maximiliano hubiera nacido en algún barrio bravo cuya lengua dominante fuera el español, porque tampoco tuvo problemas con el idioma.

Curiosamente, este monolingüismo es callado, silencioso, casi telepático. El español es el idioma que suponemos existente, circulante, pero es un español que no se oye, que nadie pronuncia… Sólo se le menciona. En los casos en que aparece —por lo regular en forma de frases célebres— sigue siendo nuestro español.

¿Cuál es la lengua más feliz?

Por supuesto que este monolingüismo callado también silencia y niega todas las demás lenguas. Como en el mundo Disney: tarascos, otomíes y mixtecos, todos hablan español. Este silencio silenciador nos explica la famosa pregunta de Cuauhtémoc: «¿Crees, acaso, que estoy yo en un lecho de rosas?». ¿Habrá aprendido español en el colegio Mártires de Tlatelolco?

¿Está asté seguro?

Sin embargo, el silencio de las llamadas lenguas indígenas no ha sido total. Nuestro andar cotidiano nos enfrenta a ellas. Así, podemos viajar a Pátzcuaro, Cancún o Boxthó si estamos tristes y queremos que nos apapachen y, tal vez, nos guste ir al tianguis a comprar jitomates… Recordemos que la piñata tiene caca… huates y jícamas.

Las lenguas indígenas —y sus hablantes— siguen aquí. Cuando éstas irrumpen en nuestra comodidad monolingüe, el español se impone y mantiene sus condiciones. Así, el Iztaccíhuatl, que literalmente significa «mujer blanca», para muchos es «la mujer dormida» —y, para otros más, «El Ixtla».

Las palabras en lenguas mexicanas se leen como si estuvieran en español —la equis es ks, la doble ele es elle, la dz es ds, etcétera—, además de traducirlas de acuerdo con nuestros gustos y deseos.
El mismísimo Octavio Paz fue incapaz de pronunciar Tezcatlipoca —siempre dijo Tezcatlicopa— en un programa de televisión en que el tema central era el México prehispánico y Paz. Eso sí, armamos tremendo irigote si un náhuatl le dice Pegro a Pedro o si se baja en la estación «Motecuhzoma» del metro.

Todas las lenguas indígenas mexicanas, junto con el español, son lenguas nacionales, esto no evita que la historia nacional siga siendo monolingüe.

Encuentra este artículo completo en nuestro libro De lengua me como un plato.

También te interesará conocer:

Lo que no sabías de las lenguas indígenas

The post Nuestras silenciadas lenguas nacionales appeared first on Algarabía.

20 inventos que cambiaron la historia

$
0
0

Aquí un breve recorrido por algunos inventos que cambiaron la vida del ser humano para siempre. Como sabemos que esta lista puede causar controversia, aclaramos que la redacción de esta revista entiende por «invento» toda cosa que ha sido creada por uno o varios individuos de nuestra especie y que no se halla como tal en la naturaleza. Se los presentamos en una secuencia paralela al avance de la humanidad y sin calificar su grado de importancia.

Artículo patrocinado por:

1. La música. No hay nada más universal que la música. Considere, por ejemplo, que en toda la historia no podemos encontrar una sola cultura en la que no esté presente. Encabeza nuestra lista, pues no hay expresión humana más antigua que ésta —ni siquiera podríamos fecharla—. Como dijo Nietzsche: «Sin música, la vida sería un error».
2. El lenguaje. ¿Cuándo surgió el lenguaje? No lo sabemos de cierto. Pero ya sea que efectivamente en el principio haya sido el Verbo o que el Homo neanderthalensis (250,000-30,000 a.C.) fuera la primera especie a la que podamos atribuir el uso del lenguaje, de lo que sí estamos seguros es que, si tuviéramos que ordenar los inventos de acuerdo con su importancia, éste, indiscutiblemente, ocuparía el primer lugar.
3. La numeración. Contamos desde tiempos inmemoriales —por lo menos desde hace 32 mil años—. Cuántos hay de nosotros, cuántos son amigos, cuántos enemigos, cuántos días han pasado, lo que obtendremos en la compra, lo que se recibió en la venta… Y cuando la cuenta comenzó a hacerse larga y la mano no alcanzó, nacieron los números. De ahí, la aritmética, el cálculo, la economía… En fin, nuestra enorme dependencia de los números.
4. Las embarcaciones. Hace miles de años —algunos expertos aseguran que hace diez mil y otros que hace 7,500—, el hombre creó las primeras embarcaciones —tallando troncos y convirtiéndolos en algo así como canoas— debido a la abundancia de recursos que el mar le brindaba. Al final, este invento llevó al hombre a descubrir y explorar nuevas tierras.
5. Los mapas. El arte de la cartografía es muy antiguo, pues el primer mapa que conocemos data del séptimo milenio antes de Cristo y corresponde a la ciudad de Çatal Hüyük, hoy Turquía. Los mapas nos permitieron visualizar el planeta en el que vivimos, explorarlo y, con ello, conocernos mejor como especie.
s37-inventos-1
6. El ladrillo. Esta pequeña unidad de construcción data, cuando menos, del año 6000 a.C., aunque algunas fuentes le conceden mayor longevidad —7500 a.C.—. Que le pregunten a los tres cochinitos por qué aparece en esta lista.
7. La escritura. Según los especialistas, el primer sistema de escritura fue el pictográfico y lo inventaron los mesopotámicos alrededor del año 4000 a.C. —escritura cuneiforme—; más tarde, se emplearon los signos fonéticos. Pero el asunto es que plasmar por escrito nuestros sentimientos, ideas y sueños, así como dejar un registro de nuestro presente es tan, pero tan importante, que para algunos de nosotros vivir sin este invento no valdría la pena. Segundo lugar indiscutible en la imaginaria lista de los inventos más importantes.
8. La rueda. No sabemos exactamente cuándo se inventó, aunque quizá fue a finales del Neolítico. Siempre que hablamos de inventos importantes, viene a nuestra mente la rueda, pues facilitó el transporte de personas y carga por su escasa fricción. Un clásico entre los clásicos.
9. La llave y la cerradura. La cerradura más antigua fue encontrada en las ruinas de un palacio cercano a Nínive y, según los arqueólogos que la descubrieron, data de hace cuatro mil años. Se calcula que por esa misma época los egipcios ya usaban cerraduras y llaves de madera. Sólo si usted es de veras muy, pero muy desprendido, no comprenderá por qué son un invento trascendente.
s37-inventos-2
10. El vidrio. El vidrio se fabricó por primera vez dos mil años antes de Cristo y es uno de los inventos más útiles: nos ayuda a protegernos de la bipolaridad del clima, pues lo usamos en nuestras casas y automóviles; también está presente en mesas, focos, vasos, copas, adornos, en fin… ¿Le queda duda de su importancia?

The post 20 inventos que cambiaron la historia appeared first on Algarabía.

Los acentos londinenses

$
0
0

En los más de 20 años en los que he trabajado como teacher, cuántas veces no habré escuchado eso de que «el acento británico, como es el original y el más puro, es el mejor». Muchas, en realidad. Al profundizar en ello, empiezan a surgir incongruencias y el argumento acaba haciendo agua por todos lados. ¿Cómo es que «el acento británico» podría ser el mejor? Es más, ¿realmente existe el acento británico?

Para entender mejor la primera pregunta, pongamos como ejemplo al español: si la lengua que hablaba Cervantes guarda diferencias importantes con la de Borges, aunque ambas reciban el mismo nombre, ¿cómo, entonces, podemos comparar dos o más variedades dialectales del mismo idioma? En otras palabras, ¿quién podría comparar las olas de un mar con las de otro y decir que son más puras o mejores?

Por otra parte, hablar de «el acento británico» es como hablar de una entidad monolítica; tanto como si se afirmara que el acento mexicano es «menos inteligible» o «más bonito» que otro. ¿cuál acento sería ese «acento mexicano»? ¿El de la ciudad de México, Monterrey, Veracruz, Jalisco o el de Guanajuato? Elegir uno implicaría prescindir de los demás.

Además, ¿existe, por ejemplo, el acento de la Ciudad de México? ¿Hablan igual los jóvenes chilangos que los viejos, los albañiles que los docentes del Colegio de México, los tepiteños que los «condechis», los iztapalapecos que los coyoacanenses? Por ese camino llegaríamos a ser como el profesor Higgins de Mi bella dama (1964), quien aseguraba poder distinguir cualquier acento londinense, calle por calle.

¿Cuál de todos?

Por ello, en cuanto al acento británico, es pertinente preguntar: ¿cuál de todos? En un divertido y didáctico artículo, Tom Cutler alecciona a sus compatriotas a seguir el ejemplo de la reina Isabel II, ya que —a decir de algún periodista— «‘er maj. don’t talk so posh no more» ; algo así como «su majestad ya no habla tan fresa». Este ejemplo ilustra un fenómeno lingüístico que probablemente no es exclusivo de las islas británicas: la gente «bien» que trata de sonar como el común de la población.

Cutler atribuye esa creciente confusión de acentos a las telenovelas y series estadounidenses y australianas, o a lo cosmopolita de sus ciudades. O quizá, simplemente, los fresas no quieren ser considerados fresas y los nacos no quieren sonar nacos, y todos acaban sonando parecido. Cualquiera que sean las razones, rescatamos a continuación las características de los distintos acentos en Londres. Suponiendo que usted fuera un angloparlante que se encuentra en la capital inglesa, le aconsejaríamos considerar las siguientes recomendaciones:

💂🏻‍♀️ Si desea que su acento suene más refinado, debe tomar en cuenta que sólo los acentos de la parte oriental de la Gran Bretaña —Liverpool, Northumbria, Irlanda del Norte y partes de Escocia— tienen una r vibrante, no demasiado distinta a la de la palabra carro en español, así que no es necesario practicar ese sonido a menos que quieran sonar como Noël Coward.

💂🏻‍♀️ Los acentos de clase alta se fundamentan en una gramática convencional a la vez que requieren gran cuidado al articular para no fusionar sonidos. Por ejemplo, Prime Minister debe sonar /Praim minista/ y no /Praiminsta/, o What is that? que debe sonar /uot iz dat/ y no /uazzat/. Una equivalencia en español sería pronunciar /psesque…/ en vez de /pues es que…/.

💂🏻‍♀️ En algunas regiones se añade una sílaba a ciertas combinaciones de vocales. Por ejemplo, en galés road no suena /roud/ sino /rou ued/; esto se debe evitar bajo el riesgo de sonar algo vulgar. Para darse una idea de lo que ocurre con ese sonido adicional, piense en la s final en los verbos conjugados en segunda persona del singular: ¿Qué dijistes?… Hiere el oído de muchos, ¿verdad?

💂🏻‍♀️ El sonido consonante oclusivo glotal —suena como «si tuvieran hipo»—, usado de manera indiscriminada, es una característica básica del acento cockney, equivalente al tepiteño capitalino. Se debe evitar, en especial en esas cenas con más de tres juegos de cuchillo y tenedor en la mesa. En español, es el sonido aspirado entre las palabras oh oh. En inglés, este sonido consiste en la falta de pronunciación de la t, la p y la k cuando se encuentra entre vocales: bottle of water suena /bo’o o’ua’a/.

💂🏻‍♀️ También se debe evitar la creciente tendencia en inglés británico a usar una entonación ascendente al final de las oraciones, con lo cual la frase «It’s my birthday» suena como si el que lo dijo estuviera sorprendido de ese hecho «It’s my birthday?!». Esa entonación se parece sospechosamente al «cantadito» chilango —da da dá, da da dá— y es probable que tenga influencia estadounidense, lo que es peor.

💂🏻‍♀️ Finalmente se recomienda evitar la imitación de los acentos de las clases más altas, a menos de que no le importe que la gente se empiece a preguntar por su salud mental —esto es válido en cualquier lengua y dialecto—. Por otro lado, si se desea que los empleados de los hoteles más lujosos se pongan a sus órdenes de inmediato, el acento más recomendable es el county —que se verá a continuación—. Para todos los demás propósitos, el acento de la reina será suficiente.

Acentos Británicos Londinenses —en orden descendente—

Royal —de la realeza—. Un acento que sólo usa la reina y su familia cercana. Ni lo intente: esos aires de grandeza nadie los va a creer.

Old School Posh —fresa de la vieja escuela—. Un acento inclasificable lleno de pausas y la rara costumbre de sobredeletrear palabras largas —parliament suena /parl-in-a-ment-a/ en vez de /par-la-mnt/— además del penoso ejercicio de enfatizar consonantes que normalmente son suaves —tissue es /tis siu/ en vez de /tishu/—. El autor Kingsley Amis decía que el pañuelo desechable sirve muy bien para detectar a los chaqueteros. Sin comentarios.

County —del condado—. En los condados viven los condes, es decir, la realeza. Parece que hubieran nacido con una cuchara de plata en la boca… mezclado con canicas.

Sloane. Llamado así por el privilegiado barrio londinense Sloane Square. Cutler lo define como «cristal cortado con algo de jerga urbana, una ocasional cervecita y algo de influencia culposa del acento del estuario». Sólo para locales del área.

Queen’s English —inglés de la reina—. Como el que hablan Keira Knightley o Hugh Grant. Es el más famoso, conocido también como RP —Received Pronunciation— o inglés de la BBC.

London Educated —londinense educado—. Una combinación de inglés de la reina con un sabor urbano y algunos elementos del acento del estuario —ver más adelante—. A veces se le escapan algunas oclusivas glotales, pero no demasiadas. Es generalmente aceptado en cualquier ocasión.

Cockney. Acento vernáculo con extraordinaria riqueza y caló rimado. Las ies no suenan /ai/ sino /oi/, así que palabras como right no suenan /rait/ sino /roi’/. Uso muy frecuente de las consonantes glotales oclusivas y también su gramática tiene sus peculiaridades. No imitar a riesgo de parecer tepiteños de telenovela mexicana.

Estuary —del estuario—. Un acento reciente, mitad cockney, mitad «habla de electricista» que se ha popularizado en el sudeste de Inglaterra, hasta llegar a zonas aledañas a Londres, en boca de jóvenes presentadores de radio y televisión. Se caracteriza por aspectos fonéticos como que water suena /guau’a/ en vez de /ua-ta/, y Tuesday no suena /tius- dey/ sino /cous-dey/, o sand dunes, que normalmente suena /sandiunz/, en este acento suena /san shuns/. Otro acento que es mejor evitar.

Por último, si todo esto les parece intrascendente, deben recordar a Madame de Gaulle quien, en una cena en que se celebraba el retiro de su esposo Charles, al preguntarle su anfitrión inglés qué es lo que esperaba con más ansia para los años venideros, con una amplia sonrisa anunció a los cuatro vientos: «/‘á pines/» —’un pene’—. Después de un sepulcral silencio, el General de Gaulle se acercó a su esposa y le murmuró al oído: «creo que en inglés lo pronuncian /jápines/ —happiness, ‘felicidad’.

Te recomendamos leer…

Los acentos: ¿lujo o necesidad?

¿Tengo acento?

La silla

The post Los acentos londinenses appeared first on Algarabía.


Día Internacional de la Lengua Materna

$
0
0
21 de febrero de 1952
Un grupo de estudiantes se manifiesta en la ciudad de Dhaka para que su lengua, el bengalí, sea reconocida como lengua oficial en Pakistán Oriental. Desde 1948 se estableció al urdú como lengua única. La manifestación es reprimida y mueren dos universitarios a manos de la policía. Estos acontecimientos desencadenan el estallido social y, luego de casi cuatro años de conflictos, el gobierno paquistaní acepta darle carácter oficial al bengalí en 1956.
La defensa de la lengua bengalí creó un movimiento que, no sólo alcanzó su reconocimiento, sino que sentó las bases políticas para que bangladés se convirtiera en una república independiente.
Por estos acontecimientos es que desde el año 2000 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura —Unesco, por sus siglas en inglés— proclamó al 21 de febrero como Día Internacional de la Lengua Materna con la intención de crear mayor conciencia sobre las tradiciones lingüísticas y culturales alrededor del mundo e inspirar a la solidaridad basada en el entendimiento, la tolerancia y el diálogo.

En nuestra cotidianidad industrial y globalizadora, sólo unos pocos centenares de idiomas se han podido incorporar a los sistemas educativos y al dominio público. Menos de un centenar ha podido acceder al llamado «mundo digital».
Los lingüistas advierten que más del 50% de los casi 7 mil idiomas que se hablan en todo el mundo desparecerán en unas cuantas generaciones y que el 96% de estas lenguas sólo es hablada por 4% de la población global.
En México, donde se hablan 364 variantes lingüísticas que pertenecen a 68 agrupaciones —y que a su vez derivan de 11 familias de lenguas—. Es indispensable su defensa, preservación y reconocimiento, pues cada una de ellas representa la cultura y las tradiciones —únicas— de cada agrupación humana que las distingue.

En nuestro país el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas —inali— es la instancia gubernamental que se encarga de registrar, preservar y promover el uso de las lenguas originarias. Desde el año 2000, es la principal promotora de celebrar este día con diversas actividades para enfatizar que las lenguas son sinónimo de posibilidades, tradiciones, recuerdos, modalidades únicas de pensamiento y expresión.

Estas celebraciones que se han llevado a cabo en Yucatán, Sinaloa, Chiapas, Chihuahua, entre otros estados tienen la finalidad de reflexionar sobre nuestras actitudes frente a la diversidad cultural y sus contextos multilingües, y corroborar que en esta multiplicidad se encuentra nuestra mayor fortaleza, pues la diversidad es fuente inagotable de conocimiento.
Sigue leyendo en Algarabía:

The post Día Internacional de la Lengua Materna appeared first on Algarabía.

Verbos para entender al mexicano

$
0
0

En el español —uno de los idiomas más hablados en el mundo— hay una variante de México, en la que —como en otras— mucho de lo que se dice puede llegar a cambiar de sentido si la interlocución es con un hablante de otra latitud o, simplemente, puede no entenderse del todo por falta de contexto. Veamos los verbos para entender al mexicano.

A continuación, hemos reunido una serie de verbos muy mexicanos en los cuales la faena comunicativa podría llegar a complicarse para aquellos que no son de estas tierras. Muchos de estos verbos pueden tener otro tipo de connotaciones, algunas de carácter sexual y podrían hacerlo pasar más de una vergüenza.

Ahí viene la “A”:

  • ablandarse. Disminuir o quitar el enojo, la fuerza, la decisión de alguien; hacer que se conmueva o se compadezca: «La iba a regañar por llegar tarde, pero se me ablandó el corazón cuando supe que la asaltaron en el camino».
  • abrirse. Apartarse, irse de algún lado: «¡Ábrete, que estas cajas están muy pesadas».
  • abrocharse. Causar alguien un daño a una persona: «El maestro se abrochó a todos los alumnos que no quisieron pagar por su calificación: los reprobó».
  • acarrear. Trasladar personas a una manifestación política o a una votación. «El gobierno acarreó a miles en el Edomex para que votaran por el pri».
  • acelerarse. Actuar una persona o un animal de un modo apresurado o nervioso por excesiva ansiedad o agitación. «Se aceleró nomás de saber que ya venía su jefe».
Verbos para entender al mexicano
  • aflojar. Producir diarrea: «La salsa de los tacos me aflojó la panza y llevo todo el día en el baño».
  • ajustar. Completar determinada cantidad de dinero para un fin particular: «¡Híjole!, este mes no ajusto pa’ la renta».
  • alivianarse. Relajarse, tranquilizarse: «¡Aliviánate!, mis papás llegan hasta mañana, podemos seguir con la pachanga».
  • alzar. Poner en orden, hacer limpieza.: «¡Alza tu cuarto, si es que quieres salir!»
  • amarrar. Comprometer a alguien, ligarlo moral o afectivamente con algo, de manera que se sienta obligado con ello:: «La méndiga se embarazó para amarrarlo».
  • amolar. Perjudicar: «El nuevo acuerdo que hicieron nos vino a amolar a todos».
  • andar. Tener dos personas una relación sentimental: «Desde septiembre del año pasado andan».
  • arder. Causarle a alguien gran resentimiento algo, herirle en su amor propio: «Los del otro equipo se ardieron sólo porque el árbitro nos dio la anotación a nosotros».
  • arrastrarse. Humillarse, actuar sin dignidad: «Fidelina sigue arrastrándose para que Ramiro la pele».

También puedes leer: Salió con su domingo siete

Verbos con “B” de bueno:

Verbos para entender al mexicano
  • batallar. Trabajar o esforzarse mucho para vencer una dificultad: «Ando batallando con las correcciones que me encargó el asesor de tesis».
  • botar. Finalizar una relación amorosa: «La botó sin importarle que ya le había dado el anillo».
  • botarse. Reírse mucho sin poder contenerse: «Me boté de la risa cuando escuché cómo hablaba».

La “C” para el cierre:

Verbos para entender al mexicano
  • caer. Llegar o aparecer en algún sitio, sobre todo sin aviso o invitación: «Ya me iba a dormir pero me cayeron unos cuates a la casa».
  • calar. Poner a prueba a una persona a o un objeto para medir sus capacidades o funcionalidad: «¡Revísele sin compromiso, va calado, va garantizado!».
  • calentar. Producir enojo o molestia: «Se calentó nomás de ver que su novia estaba platicando con otros hombres».
  • cargar. Preñar el macho a la hembra: «¿Ya te fijaste que esta perrita que adoptaste viene cargada?».
  • chocar. Causar fastidio o molestia a alguien: «¡Me choca que le pongas pimienta a la carne!».
  • ciscarse. Perturbarse, asustarse: «Quedó ciscado desde que le robaron su camioneta».
  • clavarse. Robar: «¡Se clavó todos los libros que le presté!».

Si te gustó, síguele con estas:

Quincuagésimo: entre lo cómodo y lo correcto

«Decirse en lengua»: el nombre verdadero de los pueblos indígenas

¿Variar o varear?

Sigue leyendo:

Día Internacional de la Lengua Materna

The post Verbos para entender al mexicano appeared first on Algarabía.

La lengua oficial y otras sorpresas lingüísticas

$
0
0

Si a usted le preguntaran cuál es el idioma oficial de México, no tardaría mucho en contestar que es el español… pero no es así. Aunque parezca increíble, en México no existe una lengua oficial. ¿Por qué? Es difícil saberlo, pero permítame empezar por el principio.

Se considera «lengua oficial» a aquella que se especifica como tal en la Constitución de un país. Y, por lo tanto, es la lengua en la que están escritos todos los documentos oficiales y en la que se lleva a cabo cada uno de los actos públicos y oficiales del mismo. se trata, pues, del idioma de uso oficial en los actos y en los servicios de la administración pública y privada, así como en la justicia de un país.

Al respecto, Manuel Álvar nos dice: «Evidentemente, la oficialidad lleva emparejada una protección oficial donde se especifica que “el Gobierno está obligado a velar por su conservación y enseñanza”; por ejemplo, en Haití la formulación no admite asomo de duda: “Le français est la langue officielle. son emploi est obligatoire dans les services publics”».

Una lengua o varias

Aproximadamente la mitad de los países del mundo tiene una o más lenguas oficiales definidas. Y es muy importante no confundirlas con las lenguas nacionales, que pueden ser varias y estar, o no, reconocidas por el Estado. La lengua nacional es la de uso; mientras que, técnicamente, sólo son oficiales las lenguas cuyo uso establece explícitamente una ley. sin embargo, muchas lenguas son consideradas de facto lenguas oficiales, aunque no haya ningún documento o constitución que así lo declare, lo cual significa que, aunque ninguna regulación jurídica les atribuya un papel especial, son lenguas utilizadas en la comunicación oficial y gubernamental, así como en la educación.

Un buen ejemplo que nos aclara el asunto es el de Paraguay. Su constitución, desde de 1967, habla de dos idiomas nacionales —el español y el guaraní—, pero uno solo oficial —el español—. Y al respecto tenemos también el caso de Puerto rico, cuya constitución está vinculada con la de los ee.uu., la cual pide que el inglés sea la lengua de uso, incluso cuando la gran mayoría aún habla español.

Curiosamente, en los EE.UU. la Constitución no declara que el inglés sea, o deba ser, la lengua oficial a nivel federal, aunque en la actualidad 30 estados de la Unión Americana lo reconocen de forma particular como lengua oficial. Y, además, sin que exista una definición legal, es la lengua de instrucción y enseñanza oficial en el sistema educativo nacional: en todas las escuelas se enseña el inglés por descarte.

Sigue leyendo en Algarabía:

El gesticulador 1938

The post La lengua oficial y otras sorpresas lingüísticas appeared first on Algarabía.

¿Qué significa «escribir bien»?

$
0
0

El error en el que generalmente se incurre cuando escribimos es querer «transcribir» como hablamos. Esto puede crear una serie de confusiones extrañas o cómicas, como «La perra de mi hermana Nicky», en lugar de «La perra de mi hermana, Nicky» para referirse a la mascota de su hermana y no a que su hermana es una tal por cual —a menos de que ésta sea la intención—. El lenguaje oral tiene sus propias condiciones de comunicación.

Uno puede hablar como se le antoje porque echa mano de muchos recursos que le permiten transmitir el mensaje; por ejemplo, los gestos, la entonación, el contexto, la relación que hay con la persona a la que nos dirigimos, etcétera. La base de todo esto se encuentra en que cuanto comuniquemos sea interpretado como deseamos.

Pero en la escritura necesitamos apoyarnos en las herramientas gramaticales,
 de acentuación y de redacción para que la comunicación sea efectiva. Estas herramientas son nuestros gestos, nuestra entonación, nuestro contexto: son el vehículo mediante el cual nos damos a entender cuando escribimos.

Mira: 10 tips para hablar y escribir mejor

Escribir bien no es exclusivo de literatos, no es un lujo de unos cuantos ni tampoco aprender a hacerlo correctamente es una tarea engorrosa y complicada. Sólo hay que empezar con algo básico: la escritura y el habla son dos lenguajes distintos y, como tales, cada uno tiene sus propias características y riquezas.

«Escribir bien»

Una de las ventajas de la lengua oral es que si tenemos
 algún error, podemos corregirlo inmediatamente. Pero en 
la escritura es distinto: un error puede costarnos desde una simple confusión o malentendido hasta millones de pesos —sin exagerar—. Por ejemplo, de una situación seria, una simple coma puede cambiar todo el sentido y hacer de ese momento algo cómico o incluso ofensivo para algunos.

En un periódico español, cuando se intentó dar la noticia de que Nelson Mandela había muerto, el encabezado decía: «Muere, Mandela». Esa coma cambia todo el sentido de la noticia. Escribir incorrectamente no sólo puede provocar malentendidos, sino que, al final de cuentas, no se consigue transmitir el mensaje. En lugar de decir que el expresidente de Sudáfrica falleció, la oración se vuelve imperativa, es decir, se pide que Mandela muera. Asimismo, demuestra cómo la ausencia o presencia de un solo signo de puntuación puede hacer una gran diferencia. En consecuencia, la comunicación resulta fallida y, como en el caso anterior, las repercusiones pueden ser graves.

Lee también: Manual para escribir bien

Pero, entonces, ¿qué significa «escribir bien»? ¿Es únicamente saber en dónde va una coma, un punto, un guión? ¿Es emplear correctamente los acentos; saber en dónde va una palabra, cuándo no va? ¿Estar consciente de que el significado de las palabras no es el mismo en todos los contextos? ¿O que detrás de quien escribe existen presuposiciones y expectativas que influyen en el modo en que se exprese un mensaje? Sí y no. Sí es importante saber al menos lo básico de todo esto y más reglas generales de la escritura porque permiten que escribamos mejor y que, por tanto, consigamos darnos a entender.

Habla vs escritura

No es lo mismo escribir que hablar, por necia que sea esta afirmación. Es imprescindible conocer todo esto porque hay que tener en cuenta que no es lo mismo transmitir una idea hablando que escribiendo. En la escritura —casi podríamos decir, obligatorio— se tienen que respetar ciertas «reglas», ya que es un lenguaje que requiere de esas herramientas para conseguir su objetivo final: comunicar mejor. Y no del todo, porque para escribir mejor siempre hay que tener en cuenta el uso real del español, una lengua —como todas— viva y en constante cambio.

No cabe duda que la mayoría de la gente tiene menos dificultad al transmitir sus mensajes cuando habla que cuando escribe, si no lo crees, checa los varios malentendidos que se dan a cada rato en las conversaciones del WhatsApp. Para evitar confusiones y facilitar tu expresión escrita, sigue leyendo acerca de esto en la edición 124 de Algarabía.

También te interesará conocer:

Ve y checa tu mail

¿Le has visto?

¿Quién inventó la Q?

¿Cuál es el acento diacrítico?

The post ¿Qué significa «escribir bien»? appeared first on Algarabía.

El oscuro y perverso caso de la letra «H/h»

$
0
0

—¡muahahahaHAHAHA!— El pasado de esta letra es tan, pero tan requetetán oscuro, que se pierde en la oscuridad de los tiempos. Y ni hablemos de su presente, porque hoy resulta que su lugar en el abecedario oscila entre el octavo y noveno lugar, pero como es muy calladita ni se queja ni le importa; ella sabe quién es y para qué sirve. Que se peleen los que no tienen nada qué hacer, como los académicos y los lingüistas.

letra
Vía Canva

Un poco de historia

Cuenta la leyenda que, hace muchísimos años, antes del español, existió un idioma llamado latín. En esta lengua la letra u tenía sonido de vocal, pero también de consonante; así podía sonar volare /uolar/ o veco /ueko/. Para evitar confusiones se comenzó a usar la bonita hache cuando las palabras comenzaban con las combinación de vocales ue como en hueso y huérfano. Así pues, se evitó el error de leer /bueso/ y /buérfano/.

Y este uso se extendió hacia los diptongos ia, ie, ue y ui.
¡Guajú! Tenemos nuestra primera regla para utilizar la letra h correctamente:
Cuando las palabras empiecen con los diptongos mencionados:
hiato hielo hiena huerto hueso huir huipil

Pero son tantos los lugares donde se cuela la hache, que mencionaré sólo un par más y dejaremos para otra entrega las demás.

La más fácil de todas es usar hache en todas las conjugaciones y formas de los verbos hacer y haber, hallar, hablar, habitar.
Haremos, hago
Hay, habrá
Hallamos, hallaron
Hablan, hablador
Habitación, habitante

Sigue leyendo:

Se armó la bisteciza

The post El oscuro y perverso caso de la letra «H/h» appeared first on Algarabía.

Viewing all 164 articles
Browse latest View live